UNO
Era uno de esos pequeños gustos que uno se daba. Servía para aliviar las tensiones -el stress, que le dicen hoy día-, y alegrar un poco la vida.
Uno se dirige al bar más cercano un sábado en la tarde, coloca los codos en el mostrador y un pie en la barra de latón dorado que corre paralela al piso. "Dame una Hatuey bien fría, mi hermano..." El cantinero presto y servicial rápidamente coloca un vaso frente a uno y saca una cerveza casi congelada de una de las puertas del refrigerador. La destapa y la vierte lentamente mientras uno escucha el burbujear de la bebida y observa al mismo tiempo, en un ritual casi morboso, como sube la espuma hasta desbordarse, correr por un costado del vaso y formar un pequeño charco en la pulida madera del mostrador.
Para esperar que baje la espuma, uno se dirige a la victrola cercana, coloca una moneda de cinco centavos en la ranura y oprime un par de teclas conocidas de antemano correspondientes al número musical preferido. El inmenso aparato mecánico entonces parece cobrar vida. Mientras las luces se encenden, girando y corriendo de un lugar a otro bajo los plásticos coloreados y burbujas de un líquido deconocido suben al calor de las luces, una enorme rueda de discos comienza a girar buscando la canción solicitada. Se detiene justo en ella y un brazo de metal toma el disco, lo gira en el aire y lo deposita sobre el fieltro del plato giratorio. Entonces el brazo de la aguja coloca suavemente la misma para que acaricie la brillante superficie de la placa de vinil.
Con los primero acordes musicales que salen de aquella máquina de colores uno regresa a la barra y el primer trago de cerveza comienza a estimular las papilas bucales. Uno entra entonce en éxtasis, en una especie de nirvana que puede borrar todas las pequeñas miserias personales que nos agobian... o puede traerlas todas juntas al mismo tiempo. Nunca se sabe...
LA VICTROLA
El trago y la música siempre han ido de la mano, no pueden existir el uno sin la otra, y viceversa. Pero cuando de música se habla, en bares, cantinas o night clubs, música era sinónimo de victrola, aunque por comodidad o vagancia dijeramos vitrola. De un modo u otro el nombre no se ajustaba a la realidad. Los americanos bautizaron su invento jukebox y en otros países se conoció como rockola (en realidad una marca), también máquina del disco o máquina tragamonedas. El caso es que el nombre victrola se usó por primera vez al principio del siglo pasado, cuando por razoness estéticas la compañía Victor escondió las primeras enormes bocinas en un mueble de madera cuidadosamente decorado para convertir lo que hasta entonces era un aparato mecánico en un mueble hogareño. Cuando la corporación RCA compró la Victor Talking Machine en 1929, que así se llamaba el mayor fabricante de fonógrafos y cilindros de cera de la época, también heredó, además de sus activos,la marca de fábrica, para convertirse en la RCA Victor. Bajo el nuevo nombre de RCA Victor se siguieron fabricando la victrolas, que no eran más que los fonógrafos caseros. Lo curioso del caso es que la RCA Victor nunca fabricó jukeboxes, es decir, lo que nosotros conocemos como victrolas.
Ya en la década de los años veinte comenzaron a fabricarse las conocidas victrolas, aunque fue después del fin de la Segunda Guerra Muncial que despertó el interés del público por aquellas máquinas de música. Sin embargo, la aparición del disco de 45 revoluciones a inicios de la década del cincuenta fue lo que necesitaba la industria para lanzar al mercado su mejor oferta, sin contar lo que significó para la misma la invención del transistor y la aparición del sonido estereofónico en esa misma década. Los ´50 fueron los años de mayor esplendor para lad victrolas. En Cuba se conocieron sobre todo las marcas AMI, Rock-Ola, Seeburg y Wurlitzer. Hoy día algunas de esas viejas victrolas alcanzan precios fabulosos entre los coleccionistas, como la Wurlitzer modelo 1015 de 1946 en el Hotel Nacional de Cuba que aparece más abajo.
El grupo argentino Los Cinco Latinos dedicó en aquella època un tema a la victrola.
Ésta es una muestra de las ofertas de una típica victrola en nuestro país en los años cincuenta. Además de intérpretes cubanos, se escuchaban españoles, dominicanos, puertorriqueños, norteamericanos, chilenos, argentinos,italianos, venezolanos y mexicanos (estos últimos muy populares en el interior de la isla), y algún que otro número de la década anerior que soportó con éxito el paso del tiempo, además del canto de cisne de las Big Bands, el éxito de Jimmy Dorsey “So rare” del años ´57. Los últimos cuatro números: “El Madrugador”, “Añorado Encuentro$”, “Volare” y “El Puente sobre el río Kwai” son, entre otros, los números más victroleros de finales de 1958, cuando estaba a punto de morir la república.
Egoismo - Orlando Contreras
Oh, Vida - Benny Moré
En este Cabaret - Ñico Membiela
Todo me gusta de Ti - Alberto Beltrán
Santa Bárrbara Bendita (Que viva Changó) - Celina y Reutilio
Mira que Luna - Luís Aguilé
At Last - Nat King Cole
Contigo Besos Salvajes - Ñico Membiela
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No me Platiques Más - Lucho Gatica
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Cerezo Rosa - Pérez Prado
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Hound Dog - Elvis Presley
http://kiwi6.com/file/8t637t7dk4
Que murmuren - Orlando Vallejo
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El Bodeguero - Nat King Cole
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Añorado Encuentro - Vicenbtico Valdés
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Diana - Paul Anka
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La Engañadora - Orquesra de E. Jorrín
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Las Cuarenta - Rolando Laserie
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Rock Around tthe Clock - Bill Haley
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Negro de Sociedad - Orquesta América
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Óyeme, Mamá - Bienvenido Granda
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Mambo Italiano - Renato Carosone
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Alma con Alma - Tito Gómez
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Castillito de Arena - Tata Ramos
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Dos Gardenias/No Llores Más - Daniel Santos
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El Cuartito - Panchito Riset
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El Tunel - Orquesta América
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La Basura - Orquesta América
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Tu Rica Boca- Carlos Argentino
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Humo y Espuma - Fernando Álvarez
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Si Me Pudieras Querer - Roberto Faz
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Burundanga - Celia Cruz
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En el Mar - Carlos Argentino
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Eufemia - Pedro Infante
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Lola Puñales - Juan Legido
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México Lindo y Querido - Jorge Negrete
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Qué será, será - Doris Day
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So Rare - Orquesta de Jimmy Dorsey
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Besos de Fuego - Blanca Rosa Gil
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Walking in the Rain - Johnny Ray
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Camarera del Amor - Benny Moré
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Cenizas - Celio González
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Fiebre de Ti - Benny Moré
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Lo que Estoy Viviendo - Vicentico Valdés
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Good Bye - Orquesta de Benny Goodman
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Mi Corazonada - Orlando Contreras
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Que Me Castigue Dios - Celeste Mendoza
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Un Amigo Mío - Orlando Vallejo
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Moonglow (Picnic) - Orquesta de Morris Stoloff
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1958
El Madrugador - Orlando Vallejo
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Añorado Encuentro - Vicentico Valdés
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Volare - Domenico Modugno
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El Puente Sobre el Río Kwai - Orquesta de Mitch Miller
http://kiwi6.com/file/h1t73s22nj
Nota: Por favor, cuando salga en vez de un nickel, deje en la alcancia una cuora por lo menos por cada número que escuche. Lo siento pero los tiempos han cambiado... usted sabe... la inflación, la crisis económica, el desempleo, los foreclosures y demás...
3 comments:
No sabía lo de la canción Jukebox de los Cinco Latinos, recuerdo que mi prima por supuesto mucho mayor que yo en esa época, ponía un Long Play de ellos y una de las canciones era esa.
Una pena que no puedo entrar a los links que adjuntastes; así que no tengo que poner nada en la alcancía.LOL
La anécdota me encantó, espero que sigas poniendo más narraciones de una época un poco desconocida para mí.
Cuídate.
Gracias por tus palabras, Sik.
Los enlaces ya los cambié. Los nuevos te llevan a una página donde hay un player integrado y puedes oír allí mismo los temas o bajarlos si así lo deseas.
Saludos.
¡Epaaaaaaaa, gracias! Me encanta ese tipo de música.
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